A veces…
a veces
escucho
que alguien GRITA
GRITA
MI NOMBRE
se siente venir ese nombre
lejos
desde la calle
cerca
en mi oreja,
rozando mi carne
(la calentura de mi nombre que no me deja)
bocas
labios
lenguas
en el gesto de articular mi nombre,
para llamarme
es
que respiran
el intento
inútil
por detener la superficie.
Eso,
no fija la carne,
quienes lo saben
jadean
en mi nombre,
se cagan en mi nombre,
y en los suyos…
en los propios.
Me gusta
entonces
sobarme
entre
nuestros nombres
estoy aquí para escuchar
lo que tenga que decirme
su acoso insistente
este nombre que me recorre
es el cuerpo
que ha modelado mi carne
Quiere salir el nombre.
Sale
y
junto con él se despeña
la palabra
que me aplasta
y
junto con él se dispara
la palabra
que me atraviesa
de dentro hacia fuera
...
Mi carne se va tornando carne
La Curá de Espanto
Pronto… ya no tendré nombre
sábado, diciembre 01, 2007
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