martes, julio 25, 2006

CRÓNICAS DE LA CURÁ DE ESPANTO 2: La razón última: la calentura

La razón última: La calentura
Lo demás… eso que nombra el placer de tu cuerpo,
su procedimiento y su objeto…. un exceso de cobardía

tengo el riesgo clavado en la piel y no quiero aliviarme
Erica García
(Escuchen rock cabras
que por los oídos caga el cuerpo
con la canción mamona)

Bailando
En ese centro de alumnos el que alguna vez se incendió y los compañeros apagaron su fuego a pura orina cerveceada, antes de la cagada que quedó ese día, y la felicidad en la memoria de subvertir ese espacio monocorde, plano, más fome que la chucha, digámoslo, me preguntaron. Cómo decirlo, fui objeto de sus preguntas.

(Estábamos tomando de lo lindo, antes del incendio, la amistad borracha a todo trapo, éramos puros trapos viejos, el desecho, lo que ese espacio tan ilustrado nunca quiso incorporar en sus aulas, en sus corredores, esa fauna fea, sin estilo, riendo con desparpajo, medios huevones nos costaba entender en clase, insistimos en hacernos presentes, que no se les olvide nuestra cara, la de todos, la única, escuchen los conchesumadres: para nosotros no más caridad! con copete, al menos no.)

Heme ahí, localizada y excluida,
Me gustan los bordes,
Los márgenes,
La periferia tuya
(los bordes de tu boca,
tus superficies,
soy una dactilar espectadora de ti,
tú sabes, quién eres)

Antes de la cagada, el incendio y el sumario, a todo ritmo en el centro de alumnos:
Y tú que erí, me preguntó una chica universitaria punga, obligada a transmutar su lenguaje a la tonalidad hegemónica de la voz de la clase cuica, esa voz culiá que llena los espacios con una fonética gritona, apabullante, incómoda, la mina pobre obligada a mimetizarse, feliz de hacerlo (porque su temor y su vergüenza no la dejan), la ilusión de integrarse, de ascender.

Repite. Tú que erí

Qué hieres
Qué pregunta. Y ahí caché. Porque yo tengo cachativa…
(Las heridas se homologan al ser en la clase alta
Para ser ellos deben herir a los otros, su lenguaje los traiciona
Su palabra los delata
Las torrantes las imitan sin saberlo, sin saber).

Porque a vo´te sirven todas las micros poh!
erí tortillera, tirai pa’ los dos lados, tai experimentando… ah?

La pregunta diádica se hace pregunta colectiva
Y miro que el huevón del negro se está acercando al tarro de pintura al óleo, todo curao, bamboleante, queriendo tirarle un fósforo, vociferando que había que quemar esta hueá - porque el loco se cura y deja las medias cagás –

Las miradas borrachas
instan a que responda
interpelan a que me defina
presionan a que diga

Desesperadas las gentes, de identificación

….. el tarro y yo nos encendimos al mismo tiempo

Soy caliente hueona y deja de preguntar huevás!

/El agua estaba lejos, el copete ni cagando, no nos quedó otra… nos bajamos los pantalones
Esta no es cualquier historia, aprenda la moraleja, si la calentura se expande, sáquese la ropa/

Esa noche,
imagino y pienso en ella,
imagino y pienso en él,
me imagino
Sueño
Cierro los ojos.
Permiso. ¿Me de la pasá?

¿Oye bailemos?... Baila conmigo

Primera patita
En la calle Matucana esperando ese ser ambiguo del semáforo
ese que no se sabe si es mujer u hombre, tal vez ambos……
espero a que me de la pasada.

Al lado mío una chica de colegio, llevaba su instrumento, seductora ella, un fenotipo indígena cruzaba su rostro, qué tocai, /el ser ambiguo se sucede en las luces del semáforo/ el violín me dijo, nos fuimos caminando. En tres cuadras y en una frase me señala: el instrumento es una parte de tu cuerpo, no! es tu cuerpo, los músicos cerramos los ojos cuando tocamos, ¡cómo vamos a vivir! si no escuchamos nuestro cuerpo…

No se haga la lesa. Escuche su cuerpo.

Segunda patita
Galán de oficina, primer día en la pega y se le ocurre decir como parte de su presentación: a mí me gustan todas, soy un romántico, un don juan contemporáneo (a ya oye! si pues compañera, si hay hueones así en el mundo, un tipo ilustrado, qué les queda a los otros /en el entendido que educarse sirve para algo/ confiemos, sirve para algo, pero a éste no le sirvió pa’ na)
Y le tiré un escupo: A mí también me gustan todas
Le eché la tasá, (igual… igual, tenía todo bien puesto, no puedo ser deshonesta, el cuerpo no conoce inteligencias, el resto paja de las pasás a caca)
Si poh, me gustan todos (el genérico sólo esta vez tuvo una concesión conmigo).

No se haga la lesa. Escuche su cuerpo. Puede gustarle, si se deja.

Tercera patita (báilese las que quiera)
Ni promiscua, ni cara e’ raja, ni superior, ni evolucionada…
Sólo usted sabe en qué avanza y en qué retrocede, su medida es usted misma, no mire pa’l lado, no sea tonta (mi cosita tontita…¿le suena?). No se compare con nadie compañera.
Es simple. Hablo de curarse el espanto de su cuerpo en el placer con otro: diga lo que le gusta mija, no tenga susto, no haga huevás que no quiera, métase con la amiga si quiere, y con el amigo, y con este otro y la otra, fantasee y córrase unas cuantas, abra las piernas o ciérrelas según su placer, como le quede más cómodo.

Las lesbianas tratarán de convencerla de que usted lo es… le dirán "es que tú no te haz asumido", y usted está en otra, usted no pesque. Puras leseras, puro na’ que ver.
Las lesbianas le harán sentir que acostarse con una mina implica una superioridad moral "porque es otra cosa acostarse con una ella, es sublime, es especial"… engaños, engaños, es rico y punto. A lo más lo especial radica en el maternaje y en lo cagadas que están con la ternura y la protección de la madre, igual que todos, igual que todas, hemos de superar ese amor.

(Ese poh compañera, el primero, el que no se olvida… ahh!
Ese amor que es necesario traicionar y corromper para amar)

manoséelo, manoséese, monaséela
Los lazos incestuosos, de la ideología amorosa, incestuosos en la completud, la posesión, ser uno, ser una, patrones de mierda repetidos una y otra vez en la relación con el otro de turno, el padre-madre/ la pareja.

No me digan señoritas que son feministas, no me digan, que me molesto, me molesto tanto.
Está equivocada si cree que las mujeres somos mejores
Errática, se junta con puras ellas, se acuesta con puras ellas…
Eso es mujerismo no feminismo.
No me digan que son feministas porque reproducen la estructura matrimonial, patriarcal, condenable hasta el cansancio:
Aman a sus mujeres como si fueran "sus mujeres",
Aman a sus hombres como si fueran "sus hombres".
Las feministas se dejan amar como si fueran "sus mujeres".
Ustedes y la exactitud exasperante del amor patriarcal

Qué se creen que la gente es suya!
¿Aún soñando que es posible amar para siempre?
¿Aún siendo carceleras, celadoras del cuerpo ajeno?
Disciplinando con la mirada…
Teniendo cortita a la mina
Y es que con esta le va a resultar porque son iguales,
Con ella sí, porque es mujer, me entiende
Con él sí porque él es tan distinto

Patriarcas con vagina

Una credulidad ignorante les atraviesa señoritas
Se les cae pesao el discurso cuando de amor se trata

El feminismo está lejos de reducirse a tener una pareja: mujer-hombre
Ninguna superioridad moral el ser lesbiana, bisexual, heterosexual
Ninguna superioridad decirse a sí misma poseedora de una categoría sexual simplona

Y es que para qué nos sirve el feminismo si no se establece una relación desmesurada con el cuerpo, con nosotras.
De qué nos sirve el feminismo sino para subvertir el amor patriarcal.
De qué nos sirve el feminismo sino para sostener nuestra existencia en la rebeldía radical de la sospecha y el acto feminista.
Día a día, suspiro tras suspiro, gemido tras gemido, obsesión tras obsesión.

Dude.
Subviértase.
No se enamore. Ame.
Inmoral es que existan estas categorizaciones absurdas no se qué… sexual
Inmoral es que el amor sea un sacrificio, un abandono, la manera íntima en que se reproduce la esclavitud… y no me diga que no se da cuenta y que no goza siendo una enamorada.

No me diga que es feminista, no me diga que me enojo.
No me hable de su pareja que no mira a otra por diez años y usté lo cree, no me diga
No me diga que no puedo acostarme con "su" mujer, no me diga
No me diga que él la ama, la ama, como a nadie.
No me haga presenciar la ternura melosa de sujetar su presa.

No me diga.
Si es por caliente que se enamora


No me venga con…
Me ha visto qué!

La curá de espanto
tengo poderes…

CRÓNICAS DE LA CURÁ DE ESPANTO 1: ¿Qué buscamos las feministas?

¿Qué buscamos las feministas?
(esto se lee lento y en silencio, cállese y escuche, haga caso!
Esta es una verdadera instrucción)

El feminismo busca cosas sencillas, para gente sencilla

La desmesura
El placer exceso

La desmesurá
A otra que haya conseguido lo de arriba
El aprendizaje más básico, lo primario: imitar
…es que una se junta con gente igual pa que te potencie cachaay, ay!?
Para que te diga quién eres.

La / des /mesurá
Saber de la que se da por que otro dice a otro en tercera persona (la des)…
evocar ese espacio y ese tiempo en que las mujeres somos dinero.
Más visible: déla, pero mesúrela primero, y ahí se les ocurrió inventar todos esos utensilios de cocina, uno para cada acción, enajenadas en los instrumentos de cocina, nos mesuraron entreteniéndonos, domesticándonos, determinándonos. Nos transformaron en un cucharón.
Y así convertidas en un cucharón, es decir, en un corazón (sabrá usted que cucharón en lenguaje popular es corazón?, o no, no tiene porqué saberlo)… resulta que así, convertidas en un cucharón encontramos nuestro espumador (nótese el detalle: espuma-semen, semen-espuma ah? ve o no ve, una encuentra su pene, uno para mí sola, t’a que es pa’ vo sola, pero igual, la ilusión " yo tengo un pene"). Después el paso lógico La Familia, laaa familia, pasa una a ser la Sra. Cucharón de Espumador; algo así como la señora corazón de pico…. (sucede entonces que se une el alma con el cuerpo, y la carne con el espíritu, tan sublime, tan rosadas, qué rosadas). La familia eso que pasa cuando hechas un corazón, corazoncito, se casa una pa’ darle prestigio y descendencia a otro, ese uno que le da palmaditas en la espalda a tú papá, o a algún güeón que se cree tu dueño, porque puta la mina güena, trabajadora la rota!, la rotita.
No cualquiera se intercambia, no cualquiera sirve, es una:
Mesurada, medida, comedida.
Hay que saber de la esclava para dejar de serlo.

Buscamos puras huevás a veces y hay que volver a encontrar de nuevo lo que se quería y se olvida e insiste en olvidarse, en perderse en la piel de otra gente, y ahí se va una también, junto a su deseo en la chaqueta del otro, en sus hombros, cerca del cuello:

tibio / aroma /a ti/
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Y cada día celebra usted la noche, y el ratito a solas para mirar, sapamente, el íntimo culebrón suyo. El problema propio de la situación amorosa.
Las feministas nos hemos propuesto cambiar el canal de esa íntima televisión suya, así…. cómo la vai viendo? En vez de andar pensando hueás mamonas mejor se corre una paja: cuadrar su caja poh compañera y contar sus billetes, ve?. (y ese mejor no es de la altura moral del asunto: na’ que ver, ese mejor es mejor poh, es mejor de "ay qué riiicccco"…. de final de cumbia po’ socia).
El feminismo se ha propuesto hacer y brindarle los mapas para no perderse, para volver o ir, (en su defecto), a encontrar las rutas que te llevan a ti, no que me lleven a ti, que te lleven a ti, a ti. Son mapas útiles, con el tiempo los aprendes a usar más rápido así que una se siente tanto… la pasas bien, a solas.
Los mapas son también para aprender a quedarse en una cuando el otro se va, y te deja, y no te deja, te deja, y no te deja, te deja, y no tedeja….. tú, estás, estás, sólo tú te quedas, no te dejes, no te abandones (hay que decírselo a usté en este formato porque sino no le hace sentiddo!)

(¡¡compre/ compre!, coompreeee esssta pomá si es güena!!!! )

El feminismo esta ahí para perder el miedo a estar solas.
Entre en verea, siga el camino que señala el deseo, (sin tropezarse tanto)
Las feministas más intrépidas buscan la desmesura de la desmesura misma, se aburren caleta eso sí, pajeras, escapaoras.

Buscamos puras huevás/, como dice la Ely, más allá del límite y medida.


Y juré dar la vida por la causa, lo juré….
Pero no ha sido necesario
La curá de espanto

martes, julio 11, 2006

EL RECETARIO DEL ESPANTO 1: Deje su lengua en suspenso

Que cómo se cura el espanto, que cómo se cura el espanto…

Yo le escribiré, con todo mi amor -que es mucho-, el Recetario del Espanto.

Desearías no haberme conocido,
desearás no haberme conocido,
deseas no estar conociéndome
porque no existo, haz visto a la que ya ha dejado de ser mujer.
Así te empezarás a curar el espanto.

Usted quiere saber cómo se cura el espanto. Se curá qué: ¿una herida?, ¿cuál herida? ¿Penetrante? ¿Contusa? ¿Punzante?

Sabrá usted que una herida puede tener muchas formas y gestos, como se encarnan en el cuerpo. Entonces, claro, tiene quien la represente. A veces, cuando me detengo en las mujeres pienso que son una herida, o una forma de herida -he de ser justa, toda la humanidad sufre. Por ahí van ufanas, de a una o de a varias, con sus heridas. Les da de hablar la herida y, al mismo tiempo, les va transformando el cuerpo.

Y bueno usted quiere saber cómo se cura el espanto. Se cura el espanto de qué. ¿Qué le da miedo?¿Qué es para usted el horror? Dígaselo, si total nadie la va a escuchar, se lo prometo.

A mí me daba miedo cruzar el potrero y caerme en un hoyo. Podrirme en el hoyo de a poco, parir gusanos y jugar con mierda. Esperar, esperar y esperar podrirme viva. Que tediosa, que común… que sueño me estoy dando y se pudre, lo que me queda de vida, mientras cierro los ojos.

La carne es lo único que me queda, me he detenido en ella.
Saborea tu carne, deléitate.
(Y ahí, esa otra carne
tan caliente, tan caliente.
Me asusta un poco.
Tanta sangre, tanta sangre …
tan caliente, tan caliente…
Voy a derretirme.
Casi, casi me deshago
entre esas piernas)

En esta habitación donde otras antes que yo han llorado su desgracia, donde a otras antes que yo designaron, ordenaron, anularon, violaron... ¡En este lugar les digo váyanse a la mierda y déjenme sola!

Es en una habitación como esta, que es como tantas, donde se puede curar el espanto. Elija un lugar para curarse el espanto y vuelva a él, envuelvase en él, refriégese en él… Empañe las paredes con su vaho y descascárelas con su lengua… Suspenda su lengua.
Si su lugar es la calle, babee las veredas por donde en el día camina la gente sin saber que es usted la que queda pegada a sus zapatos… Suspenda su lengua.

Mientras tanto, yo le cantaré con mi cuerpo el Recetario del Espanto.

LA CURÁ DE ESPANTO
mi cuerpo, mi lengua